El Atanasio de Rigo y Nairo

Por: Pablo Arbeláez Restrepo

Cada domingo, hace 50 años, el estadio Atanasio Girardot, en medio de las viejas costumbres, se vestía con sus mejores galas, para recibir el fútbol a las cuatro de la tarde. Pero el tiempo, ese que pasa de manera inexorable, quiso que ayer todo fuera distinto y que el ciclismo ocupara el mismo horario en el máximo escenario deportivo de los antioqueños.

Sí, en verdad que el tiempo pasó. Hace 50 años, antes de los partidos de fútbol, los que entraban ufanos por la puerta de maratón, en medio de una salva repetitiva de aplausos como los de ayer, eran el Ñato Suárez y Martín Cochise Rodríguez. Fueron tiempos inmemoriales cuando la Vuelta a Colombia, la que era símbolo de paz y hermandad, tenía allí su meta y final de etapa.

Esta vez, el fútbol dejó todo su espacio de domingo a un emocionado inicio del Tour Colombia 2.1 y en esta ocasión no hubo división de opiniones en la tribuna, ni por el rojo ni por el verde, por cuanto el público fervoroso aplaudió y coreó por igual los nombres de Rigoberto Urán, Nairo Quintana, Supermán López y Egan Bernal.

“Esto parece un sueño”, era una de las tantas expresiones de los seguidores apostados en las gradas, al ver a tantas estrellas nacionales del pedal juntas, y con el condimento adicional de la presencia de ese imán que representa Chris Froome, el cuádruple campeón del Tour de Francia. Ese que buscan tentar, para que vuelva a estas tierras el año entrante, sin siquiera haberse dado un pedalazo de la prueba que congregará desde este martes a 168 ciclistas.

Rigoberto Urán, tras el desfile de la mayoría de los equipos alternantes, hizo vibrar el cemento y a la gente, porque cuando ingresó al Atanasio con sus compañeros del Education First, bajó de las tribunas una cascada de gritos y vítores, que un rato después se haría mayor con las simpáticas palabras del urraeño.

“Esto me lo llevo para toda la vida, gracias por el cariño… y no me guevonen tanto (sic)”, dijo el ídolo, ese que por la mañana la gente había salido a ver pasar por el Alto de Las Palmas, dentro del ambiente de expectación que existe por la carrera en Medellín.

El “aplausómetro” que entró a operar con Rigo se movió cual electrocardiograma, hasta que ingresó Nairo Quintana y su corte del Movistar. Ahí el Atanasio, ese que ayer no fue para el fútbol de los verdolagas y de los escarlatas, explotó en alegría y más cuando minutos después, Nairo sacaba del pecho sus íntimas emociones: “Como estamos en una fiesta, venimos a embriagarnos, pero de alegría… este es un paraíso”. Y la gente respondió con otra dosis de sentimientos, por cuanto uno de los protagonistas, en la antesala del Tour Colombia 2.1, supo dar en el clavo.

En medio de ese jolgorio que se vivía en el templo del balón, faltaba el punto central del ciclismo, el paso de Froome y su gente del Team Sky, quienes al aparecer al lado del actual campeón defensor Egan Bernal, le brindaron la satisfacción del sueño cumplido a muchas personas, porque por fin los tuvieron en vivo. Y el rubio británico, en medio de esa sosegada tranquilidad de sus actos, respondió en español frente al micrófono: “Ustedes son los mejores”. Y eso fue más que suficiente para que el público se fuera más que satisfecho, porque desde el martes, el Tour Colombia 2.1 no será más de palabras ni de protocolos, sino de acción en las carreteras paisas.

Fotos Gabriel Buitrago

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