Nacional ganó el clásico más largo de la historia

https://www.acordantioquia.com/wp-content/uploads/2018/04/IMG-6832.jpgCon las montañas y un rojizo atardecer como testigos, a eso de las 5:15 de la tarde del domingo 8 de abril del 2018, el juez Bismark Santiago señaló el cielo de la ciudad de Medellín y dio inicio al clásico de la liga colombiana número 297 entre el Atlético Nacional y el Independiente Medellín. Al finalizar los 95 minutos el marcador fue 2-0 para los verdes, equipo que se reafirma en el liderato y hace del Estadio Atanasio Girardot su mayor fortín,  mientras que el rojo en el vestuario pensaba en la salida internacional del próximo jueves.

El clásico de las 24 horas como lo denominó la Alcaldía de Medellín, se empezó a jugar desde el viernes 6 en la Marte número 1, donde equipos integrados por figuras como el alcalde de la Ciudad, Federico Gutiérrez y el popular expresi,  Eduardo Silva Meluk, le dieron el punta pies inicial al juego que tuvo 48 equipos,  720 jugadores, 107 goles y un solo ganador: el fútbol.  Las barras   vivieron su propio derbi dejando que las diferencias sólo fueran los colores, aplacando las heridas y discusiones pasadas con estrategias de juego y habilidades con la redonda. Igualmente, los equipos profesionales hicieron lo propio exponiendo nivel y buen juego de sus divisiones menores tanto masculinas como femeninas.

Posteriormente,  entrada la tarde del último día de la semana, las calles cerca al Coloso de la  70 empezaban a contagiarse de la fiesta principal de Antioquia,  pero a diferencia de muchas jornadas anteriores, esta pintaba particularmente tranquila,  con mucha calma y paz en el aire fresco de la Bella Villa. Las gradas del estadio estaban repletas, mayormente por hinchas del Rey de Copas, mientras los rojos ocupaban con su sentimiento la popular y pedazos de oriental.  Al minuto 28 del primer tiempo, Dayro Moreno abrió la caja de Pandora y emocionó a los más de 41 mil asistentes que ya se habían estremecido por las oportunidades dilapidadas del Dim. Pese a la ventaja los dos equipos hicieron un juego abierto, táctico pero flexible al momento de buscar los goles. Con la llegada de la noche empezó el segundo tiempo de este amor loco y colectivo, con un Nacional más calculador y un Medellín desbordado por empatar, lo que generó varios tiros a los palos y la intervención de González que no quería perder frente al eterno rival. Medellín desesperado respondió pero se encontró con una muralla argentina llamada Monetti. Así las cosas, en la última exhalación del juego,  Vladimir Hernández capitalizó un rebote y puso a ganar a su equipo 2-0.

A la salida del encuentro el ambiente era liviano, los hinchas del local disfrutaron y celebraron el triunfo 121 frente al Rey de Corazones, al tiempo que los seguidores poderosos evacuaban las instalaciones en silencio y en desacuerdo con el resultado por la actuación de su equipo.

Sin duda el verdadero clásico que se ganó y se celebró quedó con un total de 0 muertos- 0 heridos-0 riñas, demostrando que el partido de la vida se debe ganar en todos los escenarios.

 

Por: Sara Hernández Castaño

Capítulo Universitario.

 

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