La Unidad Deportiva Atanasio Girardot, corazón deportivo de Medellín

Por Fredy Alexander Pulgarín Serna

Casi seis meses tuvieron que esperar los amantes del deporte para disfrutar nuevamente de las vías activas y saludables, o las ciclovías, como popularmente se conocen en Medellín y su Área Metropolitana, espacios de sana convivencia, encuentro familiar y deporte al máximo.

 

Es precisamente cada domingo, cuando la ciclovía de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot recibe más personas. Desde las 6 de la mañana que se habilita, los habitantes de diferentes barrios de Medellín se desplazan hacia este espacio que se convierte en el corazón deportivo de la ciudad, pues allí confluyen cientos de personas que tienen en común el deseo de mover el cuerpo de cualquier manera.

Montar en bicicleta, patinar, hacer aeróbicos, caminar o trotar son las actividades más comunes que se viven en la Unidad Deportiva, que a medida que va saliendo el sol acumula ciudadanos de todas las edades: un joven que por su ritmo y técnica al trotar demuestra gran despliegue físico; un pequeño que con un perro avanza en su bicicleta con una habilidad inigualable; una señora que a pesar de su peso hace un gran esfuerzo para seguir el ritmo de la profe de aeróbicos del Inder y una muchacha que en sus patines es la más rápida para darle vueltas al anillo interno del máximo escenario deportivo de los antioqueños.

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Son casi las ocho de la mañana y cada vez hay más gente, quienes le dan una dinámica incomparable a los puestos de fruta fresca, la venta del popular salpicón (hasta con helado), los mecánicos de bicicletas improvisados con sus tornillos viejos, la señora de siempre con sus bolsas de agua y muchos otros negocios que aparecen en este espacio solo los domingos y que gracias a su presencia le dan el sentido y ritmo al día de descanso para muchos, pero con más movimiento para esta zona del Valle de Aburrá.

El mismo alcalde de la ciudad salió en bicicleta hace algunos días junto al Team Medellín, y en su recorrido comprendió la importancia de la práctica deportiva para los ciudadanos: “ver otra vez a la gente haciendo deporte, sacando los perritos, abriendo sus negocios, es devolverle la vida a la ciudad y da mucha alegría”. El deporte es un movilizador inconmensurable de la dinámica económica, social y emocional de una comunidad y en la ciclovías se sigue demostrando la importancia de la sana convivencia, el aprovechamiento del tiempo libre, el encuentro familiar, la práctica de actividades físicas, deportivas y recreativas.

“Nada más delicioso que salir hacer ejercicio y ver tanta gente alrededor del deporte, eso sí, cuidándonos, porque lo más importante ahora es ser responsable con nosotros mismos y con los demás” dice doña Juliana, que al lado de sus dos niñas en patines disfruta de la fresca mañana, debajo de uno de los frondosos árboles que hacen parte del paisajismo del estadio.

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Y es que no hay mejor espacio para hacer deporte que el estadio, “yo vengo a hacer ejercicio desde hace por lo menos 20 años, cuando bajamos del barrio corriendo y nos quedábamos todo el día por aquí viendo gente y esperando que se abrieran las puertas del estadio para el fútbol profesional”, dice Juan Fernando montando en su bicicleta, la misma con la que baja cada ocho días desde el barrio Robledo y en la que hace “por lo menos 15 kilómetros”.

Sin duda, la Unidad Deportiva Atanasio Girardot es el lugar donde más confluyen los ciudadanos cada domingo, quienes después de tantos meses con los escenarios cerrados por la pandemia, regresan poco a poco a retomar la práctica deportiva y seguir apropiándose de este espacio, que se convierte en el corazón deportivo de Medellín.

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