… Y la culpa fue del VAR!

Por: Roosevelt Castro Bohórquez

Agencia Informativa Acord Antioquia

El juzgamiento colombiano se ha vuelto “vardependiente”. Antes el árbitro era la máxima autoridad dentro del terreno de juego, dada por los poderes discrecionales y totales que le daba la regla 5. Ahora se “recuesta” en la ayuda tecnológica, como muchas veces lo hacía con sus asistentes arbitrales, antes llamados jueces de línea (Regla 6).

Si bien el VAR está ayudando a “desenmascarar” tanto tramposo y simulador de las faltas, esta herramienta humana no debe ser excusa para reemplazar a una labor, que siempre está sujeta al error.

Es que, en fracción de segundos, el árbitro debía tomar una decisión de acuerdo a la interpretación de las normas, pero hoy la ayuda tecnológica es la que decide, es por ello lo de mi afirmación inicial de la “Vardependencia” especialmente en nuestro país.

¿Cómo evaluar?

Tres ítems son los que abordo, para calificar al equipo arbitral y en especial al juez central del partido, que conforman el todo evaluativo y que son: el técnico, el disciplinario y el físico.

En lo disciplinario, Eder Vergara Lora mostró 8 amarilla y una roja.  Los pastusos amonestados fueron: Edwar López (33′) Cristian Tovar (52′) Johan Caicedo (55′) Didier Pino (77′) Jerson Malagón (80′) Diego Martínez (97′). De igual forma, el técnico visitante, José Flavio Torres, se llevó la cartulina roja por protestar airadamente y de forma grosera las decisiones arbitrales y en especial la del penalti a favor del DIM (99’).

Los escarlatas que recibieron cartulina amarilla de parte de Vergara Lora fueron: Jhon Palacios (70’) y Edwin Cetre (101′).

La pérdida deliberada de tiempo del visitante, no fue castigada con amonestación por parte del árbitro monteriano, nacido el 11 de julio de 1985. De igual forma, la persistencia de las faltas del elenco pastuso.

En lo físico, sus desplazamientos fueron rápidos, rompiendo varias veces su diagonal, para estar atento a las sanciones de las faltas.

El VAR, culpable

En el partido entre Deportivo Independiente Medellín (1) vs Deportivo (0), el VAR tuvo un protagonismo enorme, al punto de incidir en el resultado.

Jugado por la fecha 19 de la Liga BetPlay Di mayor 2023-I, el choque futbolero tuvo como equipo arbitral al monteriano Éder Enrique Vergara Lora, como juez central.  Al llanero Yinfar Bulla y al bolivarense Elkin Charrys como árbitros asistentes e igualmente al bogotano Lisandro Castillo y al casanareño Ferney Trujillo como juez VAR y asistente Var respectivamente.

A título personal, no me gusta analizar y evaluar la actuación del equipo arbitral desde una acción de juego que se sancione reglamentariamente, pero, y en el caso del partido de ayer, tres jugadas fueron determinantes en el desarrollo evaluativo del juzgamiento del mismo.

Sus asistentes arbitrales # 1 y # 2, cubrieron bien las zonas ciegas, pero, y como reseñaba, en lo técnico tuvo sus desinteligencias con el equipo VAR.

Mal anulado el gol Palacio

Transcurría el minuto 70, cuando fue ejecutado un saque de esquina. Hubo un doble cabezazo en el área de 16.50, en el sector norte del Atanasio Girardot.  El defensor rojo John Palacios saltó e impactó el balón con su cabeza, ante la interferencia de Edward López.  El útil ingresó limpio a la portería pastusa defendida por Diego Martínez.  El juez central, señaló el centro de la cancha, como gesto arbitral inequívoco de que el gol había sido legitimo. Lo mismo sucedió con su asistente #2. Elkin Charrys realizó un recorrido rápido por la banda de oriental hasta el centro, como otra señal convalidando la anotación roja.

Pero sucedió lo impensado. Los 11.037 pasaron de la euforia a la tristeza, pues el equipo VAR liderado por el bogotano Lisandro Castillo y asesorado por el casanareño Ferney Trujillo Castro, llamaron al juez central para la revisión de la jugada. Interpretaron que fue un codazo de Palacio a López, quien cayó al piso fingiendo la falta.  La anotación fue anulada, creando drama en las huestes rojas.

Penal no, penal sí

Otra polémica se desató.  Loaiza recibió un manotazo en el área de 16.50 por parte del portero visitante, para un probable penalti.  La jugada fue precedida por un rechazo de Edward López de cabeza. Ni el VAR, ni el Asisten #2, ni el central se percataron de la falta. El reclamo fue airado (76’)

Dando cumplimiento a la regla 7 (Duración del partido), Vergara Lora adicionó 7 minutos.  Los jugadores pastusos retardaban las reanudaciones del partido. Hasta que, en el último minuto de reposición, el juez central cordobés fue llamado por su equipo VAR., por una probable acción temeraria del portero visitante a Ibargüen, dentro del área de penal. El cancerbero pastuso derribó con los pies a ágil del DIM.  La revisión fue positiva. La misma lectura hizo Vergara Lora y se sancionó “El Disparo de la Muerte”, como se llamó en su génesis reglamentario al penalti en 1891.

Al frente del cobro de la falta, y desde el punto de los 11 metros, el delantero Félix Cetré.  Cobro impecable que venció la portería volcánica y que después de 7 minutos adicionados de más, por la revisiones silenciosas y factuales, la expulsión al técnico visitante y la celebración ruidosa del delantero rojo, en la popular barra de la Rexixtenxia Norte, hicieron justicia a la fanaticada roja, muy a pesar del VAR y sus interpretaciones.

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