La alteración del sino

Por: Julián Ochoa

Agencia Informativa Acord Antioquia

Siempre reconforta el alma recordar “El Maracanazo”. El anfitrión llegó a la final del Mundial Brasil 50 ante 173.850 mil aficionados que compraron boletas en su estadio Maracaná, más miles de “patos”. Las goleadas previas hacían presagiar otra frente Uruguay, pequeño país vecino que cabe casi 50 veces en Brasil y que tenía una población 36 veces más chica. Como decir, un futbolista uruguayo por 36 brasileros.
Ese “pan comido” para Brasil comenzó con el gol de Friaça a los 2 minutos del segundo tiempo. Comenzó la fiesta nacional. Uruguay defendía con su garra comandado por el capitán Obdulio Varela y el arquero Roque Gastón Máspoli atajaba el surtido de balones que buscaban la presagiada goleada.
A un pase de Ghiggia, Juan Alberto Schiaffino entró solo y le hizo un gol Brasil, pero no era de inquietar al coloso. Igual, con tantos puntos, un empate bastaba para obtener la Copa Jules Rimet, la más deseada de los humanos.
Faltando 11 minutos para que se encendieran los tablados y salieran a las calles miles de blocos carnavalescos y toda la eufórica “torçida, hace Uruguay una jugada colectiva que termina en gol de Alcides Edgardo Ghiggia y comenzó la pesadilla más grande recordada en el deporte mundial.
Ni el 0 a 7 de la semifinal ante Alemania en Brasil 2014 causó lo que aún duele en la cadena cromosomática brasilera. Esos 11 minutos fueron en ese estadio “el silencio más grande de la Historia” y dicen que hasta en el más alto rincón del Maracaná se oía la voz de Varela arengando a sus 10 compañeros.
El “Maracanazo”, el 16 de julio de 1950 es la comprobación de la utopía, la derrota del imposible, la caída de la lógica, la imposición de la voluntad sobre el destino, el pecado humano ante los designios de los dioses. Fue Prometeo robando el fuego, Hércules frente a sus 7 lidias y Jasón robando el Vellocino. Son San Jorge venciendo al dragón, Bartolomeu Días bordeando el África y
Magallanes pasando al Pacífico. Son Hillary y Norgay coronando el Everest, y Neil Amstrong pisando la Luna. Uruguay fue Diego ante Inglaterra y Mariana Pajón, Rigo y Egan frente a sus lesiones.
La alteración del sino. Eso fue y es “El Maracanazo” 73 años después.

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