El segundo Maracanazo de la historia

Por Jhonatan Ocampo – @joeocampo69

Agencia Informativa Acord Antioquia

En el estadio de Maracaná de la ciudad de Río de Janeiro, ante la mirada de 4.400 espectadores y todo un continente a la expectativa de este clásico del fútbol suramericano, la selección de Brasil fue derrotada en la final de la Copa América 2021 por la mínima diferencia frente a Argentina, su eterno rival en Suramérica.

El partido número 28 del certamen comenzó con un primer tiempo en el que ambos seleccionados salieron a la cancha con la convicción de no regalar ni un solo centímetro que le diera la más mínima ventaja a sus rivales, un partido que desde antes del pitazo inicial del juez central Esteban Ostojich era prometedor, el ‘Scratch’ de la mano de su figura Neymar trató de controlar el balón y generar secuencias de juego, pero su rival Argentina cortó cada ataque del cuadro verde-amarelo y lo dejó sin ideas.

Al minuto 22 del primer tiempo se dio una jugada en la que participaron dos argentinos, desde su propio terreno con un cambio de frente, el medio campista Rodrigo De Paul habilitó a su compañero Ángel Di María, quien controló la pelota con calidad de pierna izquierda y marcó el gol solitario de la noche.

Para el segundo tiempo, los dirigidos por Tite saltaron al terreno de juego en busca de conseguir ese gol que le diera la igualdad en la gran final, la selección auriverde jugó los primeros 20 minutos de la segunda etapa tratando de llevar a los gauchos en su propio arco, el equipo local adelantó sus líneas, pero la defensa de la selección argentina se fortaleció, el tiempo avanzó y no fue suficiente. El juego se cortó en diferentes pasajes, apareció la pierna fuerte por parte de los dos seleccionados al punto de cometerse 41 faltas en los 90 minutos. Brasil no pudo llegar a la igualdad y perdió la final en su propia casa.

Los dirigidos por Leonel Scaloni, de la mano de Lionel Messi y con el gol de Di María, lograron acabar con una racha de victorias histórica para la selección brasileña, fueron 80 partidos en los que los pentacampeones no perdían en todas las competencias internaciones, un récord que consiguió cortar la selección Argentina en el Maracaná.

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