Tour de Francia, la pasión por el ciclismo en su máxima expresión

Después de la pausa en el deporte mundial debido a la pandemia por la COVID-19, de a poco las competencias están regresando bajo estrictos protocolos de bioseguridad. En medio de la vuelta paulatina, el 29 de septiembre arrancará la edición 107 del Tour de Francia, la más importante de las grandes vueltas del ciclismo.

Esta carrera, que inicialmente estaba pactada para comenzar el pasado 27 de junio, constará de un recorrido de 3470 km distribuidos en 21 etapas. Según el director de la competencia, Chris Prudhomme, se verán algunos cambios con relación a las ediciones pasadas: reducción en la cantidad de vehículos que participan de la caravana publicitaria, no habrá besos ni abrazos durante las ceremonias oficiales, habrá mayor control sobre los aficionados que acuden a la cita y se reducirán la cantidad de medios de comunicación habilitados para cubrir.

A poco más de un mes para el inicio, los ciclistas colombianos ya tienen la mente puesta en la carrera, especialmente Egan Bernal, quien buscará su segundo título consecutivo en el Tour de Francia. El corredor del Ineos hizo historia al darle al país su primer trofeo en esta competición, aunque la bandera de Colombia ya había estado en el podio de la general en otras cinco ediciones:

Fabio Parra, héroe latinoamericano en 1988

Durante décadas, el Tour de Francia fue visto como una competencia diseñada para los grandes competidores europeos: franceses, belgas, italianos y españoles dominaban las carreteras galas. Greg Lemond entre 1984 y 1986 le dio protagonismo a Estados Unidos, pero África, Asia, Oceanía y el sur del continente americano estaban relegados a ver desde muy atrás las victorias en la carrera más importante del mundo.

Pero en 1988, Fabio Parra cambió la historia con un podio heroico. Nacido en Sogamoso, se acostumbró a ser un buen escalador, aunque nunca se amilanó en las pruebas contrarreloj. En aquella edición del Tour de Francia logró un decoroso tercer lugar en la general, quedando a 9 minutos y 58 segundos del español Pedro Delgado, quien había sido segundo un año atrás.

Nairo Quintana, la ilusión del 2013, 2015 y 2016

Más que la pasión por el ciclismo, lo que hizo grande a Nairo Quintana fueron las ganas de salir adelante. A sus 15 años comenzó a ir a la escuela en una bicicleta que le regaló su padre, eran recorridos de más de 21 kilómetros que en el regreso significaban ascensos en pendientes hasta del 8%. Esa bicicleta pesada y esos recorridos exigentes entre Cómbita y Arcabuco, le mostraron su potencial y despertaron su pasión.

Debido a esos recorridos, no es sorpresa que en 2013 Nairo se haya convertido en el campeón de la montaña en el Tour de Francia, además de finalizar segundo en la general a 4 minutos y 20 segundos del británico Chris Froome.

Dos años más tarde, Quintana volvió a ser segundo en la general, además de ser el vencedor en la clasificación de jóvenes. En la penúltima etapa, el boyacense batalló con Thibaut Pinot, pero no alcanzó a llegar de primero al puerto de Alpe d’Huez, lo que le dio el título a Froome con 1 minuto y 12 segundos de ventaja sobre el colombiano.

Y en 2016, ‘Nairoman’, como es conocido en el país, se subió al tercer lugar del podio, nuevamente por debajo del tricampeón Chris Froome y detrás del francés Romain Bardet. El sueño de ser campeón del Tour de Francia con el Movistar se esfumó, pero aun así la escuadra española ganó en la clasificación por equipos, superando al Sky y al BMC.

Rigo, muy cerca en 2017

Su primer año en el Cannondale le dio la posibilidad a Rigoberto Urán de lucirse en Francia. Nació rodeado de montañas en Urrao, por lo cual Europa fue la continuación de una vida dedicada a los ascensos.

Rigo ganó la etapa 9 entre Nantua y Chambéry, pero su mayor gesta la alcanzó en la penúltima etapa, cuando se aseguró el segundo lugar en la clasificación general en una contrarreloj de 22,5 km. Al final, el título quedó nuevamente en manos de Chris Froome, pero el colombiano volvió a marcar la historia del país al quedar a 54 segundos.

Egan Bernal en 2019, el año más feliz del deporte colombiano

Siguiendo el ejemplo de su padre, quien fue ciclista de ruta en la juventud, Egan Bernal inició desde sus cinco años una formación ciclística que a los ocho años lo llevó a ganarse una beca en una escuela de ciclismo, a los 14 le permitió llegar al ciclismo de montaña, a los 16 ser campeón Panamericano en Argentina, a los 17 ser medalla de plata en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Montaña, a los 18 ser campeón en las World Junior Series, a los 19 firmar con su primer equipo de categoría profesional continental, a los 20 llegar al Team Sky y a los 22 darle al país una de las mayores alegrías deportivas en su historia.

Con Froome lesionado, Bernal tenía la responsabilidad compartida con Geraint Thomas de darle el quinto Tour de Francia consecutivo al Team Sky. El colombiano no decepcionó y miró de cerca la punta hasta la etapa 15, cuando llegó la exigencia en la montaña y donde se mostró como el escalador más destacado de la competencia, lo que le valió el liderato en la etapa 19, el cual mantuvo en las jornadas 20 y 21, para convertirse en el primer latinoamericano y al mismo tiempo en el corredor más joven en ganar la principal competencia ciclística a nivel mundial.

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